Contenidos
Los comienzos nunca fueron fáciles y nuestro querido Google es un terreno algo resbaladizo cuando se trata de poner cimientos, incluso para los que como en Tic Top Sales no somos principiantes en esto de Internet.
Como ya os veníamos contando, nuestro proyecto nace de la unión de un grupo de profesionales de las TIC – de ahí la primera parte de nuestro nombre, además del sonido de la manecilla del reloj- y aunque ninguno peinamos cana en el sentido estricto de la palabra, en lo que a desarrollo web, internet, buscadores, posicionamiento orgánico y de pago etc… entre todos sumamos bastante experiencia. Pero eso no ha evitado que cuando pusimos en marcha nuestra página web y elegimos nuestro dominio de acuerdo a nuestra identidad corporativa, pusiéramos las cosas fáciles a Google para que nos jugara una novatada… ¡pero no una cualquiera! Una con estilo ¿conocéis el famoso sandbox? ¿Os habéis preguntado si realmente existe? ¿si se puede salir del sandbox de google? Pues desde Tic Top Sales podemos afirmar en primera persona y por propia experiencia que el famoso cajón de arena existe, ya que hemos estado metidos hasta las orejas. Para los que no sepáis qué es, vamos a repasar qué dicen unos y otros sobre esta controvertida “penalización” -por ponerle algún nombre al molesto fenómeno para las webs con fines honestos– y lo que es más importante, os contamos cómo nos dimos cuenta de lo que nos estaba pasando y cómo hemos logrado salir.
El curioso efecto cuenta con su propia entrada en la Wikipedia en la que se define como un fenómeno polémico y controvertido, que viene observándose desde el año 2004, por el cual Google vendría a reducir la visibilidad de webs jóvenes, cuyo buen posicionamiento en el ranking hace sospechar el empleo de técnicas ilícitas. Es decir, Google entiende que una web con unas pocas semanas de vida no podría haber obtenido de forma natural los enlaces externos necesarios para estar en primera página para varias frases, por lo que sospecha el uso de “trucos”, como por ejemplo la compra o intercambio de enlaces. Ante esta sospecha de comportamiento ilícito, el buscador hace descender a dicha web del ranking.
Sin embargo, este pequeño texto de la gran enciclopedia online se queda bastante corto y probablemente no os sintáis identificados. Nosotros tampoco. Y es que nuestra web está totalmente exenta de técnicas de posicionamiento poco éticas… somos 100% White Hat y lo practicamos elaborando contenido totalmente original y lo más cuidado posible… pero lo cierto es que nuestra web, hasta hace unos meses, estaba anormalmente abajo en el ranking, incluso en temas en los que somos especialistas destacados. ¿Por qué no le gustábamos a Google? A pesar de desconocer la razón, el hecho parecía claro: a pesar de generar mucho contenido, con un blog altamente especializado, acorde a las exigencias del buscador… lo teníamos en nuestra contra; no nos mostraba lo suficiente y, por lo tanto, tampoco conseguíamos el tráfico orgánico que se consideraría, al menos, razonable.
Otra hipótesis sobre el sandbox se basa en que el efecto no es más que un filtro que Google aplica por igual a todas las páginas de nueva creación que aspiran a posicionar por ciertas frases de forma orgánica (con técnicas SEO) como lucha contra las páginas cuya finalidad es spam. ¿Qué relación hay? Como sabéis este tipo de páginas tienen una corta vida, se crean y se destruyen con rapidez, su contenido no es valioso ni de calidad, no brillan por tener una estructura desarrollada, no crecen ni se actualizan… Por lo tanto, Google no quiere otorgarle rápida visibilidad ni puestos privilegiados en el ranking a este tipo de páginas. De modo que quienes aspiren a conseguir beneficios rápido y con poco esfuerzo utilizando el llamado Black Hat SEO se frustrarán al no conseguir resultados y abandonarán. No está mal pensado ¿verdad?
Pero ¿y si mi página no es spam? Según esta corriente no queda otra que esperar; dejar pasar ese plazo en el que toda nueva web queda en observación y aprovechar para desarrollarla. Desde esta perspectiva, entonces, no podríamos considerar al efecto Sandbox como una penalización, sino más bien como una peculiaridad del funcionamiento del buscador.
Al equipo de Tic Top Sales esta explicación del efecto nos encaja un poco más, porque somos muchos- me atrevería a decir que una gran mayoría de las webs de reciente creación- las que, a pesar de hacer nuestro linkbuilding con cabeza y de forma natural, acabamos cayendo en el temido cajón de arena. Pero no temáis, porque, aunque parece demostrado que, o adquieres un dominio antiguo –que si es fiable no sólo puede librarte de las sospechas del buscador sino beneficiarte en el ranking- o tu web tendrá que someterse a esta cuarentena, o todas son tan dolorosas. Si tu sitio es lícito y nace con un propósito honesto, es decir, no para conseguir beneficios rápidos sin ofrecer ningún valor al usuario, será el propio Google el que te sacará del cajón de arena.
Pero hemos viviendo en nuestra propia piel lo desesperante del filtro; esperar de brazos cruzados a que el tráfico orgánico empiece a crecer a pesar de todo tu trabajo de creación de contenidos… y se dice que el tiempo medio anda por medio año ¡menuda faena!
Por eso, sean cuales sean los motivos que impulsan al gran buscador para frenar nuestra web en la escalada al ranking, queremos contaros qué hemos hecho nosotros para salir del Sandbox con agilidad y eficacia:
- En primer lugar, diagnostica si puedes estar en el cajón. ¿Tu dominio es reciente? ¿Has hecho un linkbuilding agresivo? ¿Has dejado tu SEO en manos de terceros que pueden haber hecho alguna técnica sospechosos. En cualquier caso, Google Analytics te va a dar muchas pistas. Consulta tu adquisición de tráfico ¿no consigues visitas a través del buscador a pesar de poner mucho esfuerzo en tu estrategia de posicionamiento orgánico? Puede que estés bajo la lupa de Google, esta herramienta te dará más pistas.
- Nosotros estábamos seguros de que nuestra web no estaba penalizada, porque conocemos muy bien los algoritmos de Google y nunca habíamos hecho nada en contra. Asimismo, Google Search Console nos habría notificado. Así que dado el gran trabajo estratégico y de contenido y los pocos frutos recogidos estábamos en el cajón de arena: si Google desconfiaba de nosotros teníamos que hacer que confiara en nosotros.
- Mejoramos nuestra estructura. Hicimos un ejercicio de autocrítica y es que, aunque creíamos –y creemos- que nuestro contenido es de buena calidad y de alto valor, la verdad es que estaba desordenado. Así que aprovechamos para poner orden, reestructurar nuestro menú y crear tres secciones bien claras y diferenciadas en nuestro blog. Pensando ante todo en el usuario.
- Mejoramos nuestro diseño: nos aseguramos de que estuviera optimizado para dispositivos móviles, algo que pensando en el SEO de 2017 es simplemente, imprescindible.
- Buscamos cuidadosamente cualquier atisbo de sobreoptimización en el contenido, como abusos de las negritas, demasiadas keywords en etiquetas ALT, el H1, H2, H3… nuestro objetivo era brillar por el contenido, no hacer keyword stuffing.
- Incrementamos el número de palabras medio por post pasando de unas 500 por publicación, a unas 900. Un esfuerzo que sin duda Google recompensa.
- Identificamos contenido duplicado ¿a que no sabéis dónde estaba? Si os manejáis en la materia es posible que hayáis dado en el clavo: la política de cookies. Es realmente difícil no duplicar cuando hablamos de términos legales… así que mucho ojo, porque al final el aviso sale en cada una de nuestras páginas.
En fin, mejoramos todo lo que pudimos nuestra web y nuestro contenido para demostrarle a Google que estamos aquí para quedarnos y sobre todo, para contribuir con contenido de calidad, no para hacer spam. Y vosotros ¿habéis caído alguna vez en el cajón de arena?